Concurso para Centro de Salud de Arrayanes. Linares (Jaén)
Concurso para Centro de Salud de Arrayanes
Linares (Jaén). 2006
Promotor: Servicio Andaluz de Salud
En UTE con Fco. Javier Montero Fernandez
Linares ocupa un enclave sobre una meseta que se asoma por el este al valle del Guadalquivir y esta situación geográfica provoca que el natural crecimiento de la ciudad sea hacia el interior de la meseta. En las últimas décadas y como consecuencia de la necesidad de alojamiento colectivo han surgido en su periferia barrios de vivienda social protegida con tipologías abiertas y ajenas a estas ciudades andaluzas de tipo medio.
En esta situación de borde se encuentra el barrio de los Arrayanes con una tipología residencial de bloque en H y numerosos espacios intersticiales muy degradados e incluso rozando la marginalidad. La parcela propuesta para la construcción del nuevo Centro de Salud es exenta y conserva el trazado de un jardín abandonado en el límite de esta zona de transición entre la entrada a la ciudad desde la Autopista A-4 por la carretera “de las minas” configurada por edificaciones adosadas de 1 y 2 plantas y el nuevo barrio con bloques de 4 o 5 plantas. El carácter insular de la parcela la convierte en un lugar descontextualizado en su el entorno inmediato, pero óptimo para un edificio singular de gran importancia para la vida cotidiana.
La topografía del lugar es sensiblemente plana y horizontal con algunos equipamientos comunitarios en el entorno. El acceso principal al Centro de Salud será desde la calle-carretera llamada “de las minas” que reconfigura como límite y el de vehículos desde la calle lateral.
En un entorno con pocas referencias externas el edificio se proyecta como un elemento autónomo que se enroca sobre si ofreciendo una atractiva piel exterior continua, regular y semitransparente mientras que una segunda piel la acompaña a tramos y al separarse consigue espacios interiores recatados pero visibles desde el exterior a través del muro-celosía.
Al centro de Salud se accede desde un espacio delantero en el cual el acerado toma gran dimensión facilitando el acceso al centro y cruzando la celosía que recorre el perímetro rectangular cerrado que podríamos llamar edificio. Desde este espacio dentro de los limites pero todavía exterior se accede al vestíbulo.
Se construyen dos plantas y un sótano iluminado por los patios que llegan hasta el y en las de atención al público presentan dos zonas claramente diferenciadas y unidas por el vestíbulo que les hace de charnela, los usos asistenciales de mayor superficie en el sentido de la mayor dimensión a la izquierda del acceso y los generales ocupando el fondo del vestíbulo. Las consultas en dos plantas, se organizan en forma de peine con dos paquetes asistenciales perpendiculares a fachada y encajados entre patios que se forman por la separación de los dos cerramientos interior-exterior, celosía-muro, ladrillo-hormigón. La zona de consultas siempre esta ligada a los patios-salas de espera y unidos por un ámbito de circulación longitudinal también iluminado por los patios.
La planta del edificio reconoce los límites de la parcela alineando su cerramiento al acerado en sus lados largos y retranqueándose en los cortos para dejar una acera dilatada con el centro de transformación existente exento en una esquina y una plaza de acceso delantera.
El edificio presenta por tanto dos fachadas, la exterior contundente en su forma, delicada en su construcción compuesta por una celosía continua sólo interrumpida por la puerta de acceso al patio de entrada y la puerta de acceso al patio-rampa por el que se accede al garaje en sótano. La fachada interior es también continua y en ese movimiento de doble hoja donde la interior abandona a la celosía en las esquinas, genera espacios interiores que iluminan el centro y lo hacen más amable. Las fachadas por tanto aunque generan un volumen cerrado son transparentes al exterior y abiertas a los patios interiores de forma que desde las salas de espera y las consultas se tienen vistas veladas por un encaje sobre la calle.
Las fachadas interiores reservan los paños acristalados de la orientación más desfavorable (sur-oeste) y además de las orientaciones, se tienen en cuenta el aislamiento térmico, acústico y el ahorro energético.